SIHANOUKVILLE -> PHNOM PENH -> PURSAT -> SIEM REAP
Fuimos a descansar a la playa de Sihanoukville después del voluntariado, pero en vez de un sitio tranquilo encontramos el principal destino turístico de camboyanos, extranjeros y uno de los hermanos Matamoros. Rodeados de jovenes estadounidenses vivimos situaciones sacadas de sus peliculas, chicas tumbadas en la barra mientras los tios bevian los chupitos de sus ombligos, cocteles en la piscina, ladyboys... y tubimos que pasar la noche compartiendo un colchon en un dormitorio por haber mas personas que camas, mientras los recepcionistas colocados hasta los topes se limitavan a solucionar la situación ofreciendonos globos de helio.
La segunda visita a Phnom Penh fue más agradable que la primera. Coincidió con el funeral del rei (que ya llevaba 3 meses muerto...), y los camboyanos que no estaban en Sihanoukville inundaron las calles con camisas blancas de luto.Sin entender por que, algunos de ellos nos contaban que estaban verdaderamente conmovidos. Quizas por que aquí no tienen la concepción de rei mugeriego, vividor, con una família corrupta...o quizas se mantengan los trapos sucios en secreto...no nos quedó nada claro, pero el caso es que todo el mundo estaba en la calle iendo a ninguna parte...ya que el primer ministro de estado nisiquiera dejava al pueblo acercarse al palacio real.
Bajamos del autobus en Pursat, con las miradas extrañadas de los pasajeros, luego entendimos por que, no suele parar nadie en esta ciudad. Pero cerca visitamos un sorprendente pueblo flotante no tan turístico como el de Siem Reap y un arriesgado tren de bambú. Donde negociamos con un niño de 9 años (el único que hablaba inglés) y acabamos pagando desmasiado por ser blanquitos. Creemos que hicimos algún record guiness del máximo de personas en un espacio tant reducido y en movimiento.
Los últimos dias en Camboya los reservamos en Siem Reap para ver los conocidos templos de Ankor, una de las maravillas del mundo. Eran fiestas del año nuevo chino, así que nos pasamos 3h bajo el sol, con las mochilas a cuestas para encontrar un alojamiento asequible. Pasamos tres dias en bici contemplando como el tiempo embellece los templos y la vegetación invade toda huella humana.
La segunda visita a Phnom Penh fue más agradable que la primera. Coincidió con el funeral del rei (que ya llevaba 3 meses muerto...), y los camboyanos que no estaban en Sihanoukville inundaron las calles con camisas blancas de luto.Sin entender por que, algunos de ellos nos contaban que estaban verdaderamente conmovidos. Quizas por que aquí no tienen la concepción de rei mugeriego, vividor, con una família corrupta...o quizas se mantengan los trapos sucios en secreto...no nos quedó nada claro, pero el caso es que todo el mundo estaba en la calle iendo a ninguna parte...ya que el primer ministro de estado nisiquiera dejava al pueblo acercarse al palacio real.
Bajamos del autobus en Pursat, con las miradas extrañadas de los pasajeros, luego entendimos por que, no suele parar nadie en esta ciudad. Pero cerca visitamos un sorprendente pueblo flotante no tan turístico como el de Siem Reap y un arriesgado tren de bambú. Donde negociamos con un niño de 9 años (el único que hablaba inglés) y acabamos pagando desmasiado por ser blanquitos. Creemos que hicimos algún record guiness del máximo de personas en un espacio tant reducido y en movimiento.
Los últimos dias en Camboya los reservamos en Siem Reap para ver los conocidos templos de Ankor, una de las maravillas del mundo. Eran fiestas del año nuevo chino, así que nos pasamos 3h bajo el sol, con las mochilas a cuestas para encontrar un alojamiento asequible. Pasamos tres dias en bici contemplando como el tiempo embellece los templos y la vegetación invade toda huella humana.
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