CAMBOYA

FRONTERA=> KRATIE => PHNOM PENH

Primera parada: Kratie, ciudad a orillas del río Mekong donde hicimos una parada técnica para no pegarnos 10 horas en bus, bueno... si... cada vez somos mas señoritos...

Segunda parada: Phnom Penh, capital que nos costó digerir.
Por las calles llenas de Lexus inmaculados rondaba gente buscándose la vida, vendiendo cualquier cosa, señoras mayores con su pañuelo tradicional jemer pidiendo dinero, algún grupo de niños callejeros aprovechando las sobras de los saciados o los compasivos. Por la noche las luces rojas de varias calles de la zona turística se encienden y cierta classe de turista se pasea buscando compañia, hombres mayores con chicas jovenes, drogas...
La primera noche, en nuestra Guest house vimos a un chico joven, echando a vozes a dos prostitutas de su habitación, mientras abajo 4 hombres de mediana edad, pálidos, con el cuerpo tatuado y pegados a la silla des de quien sabe cuando parecian rodar una escena de transpoting.

Estas diferencias sociales son gracias a la historia horrible que arrastra Camboya y gracias a un govierno corrupto y "democrático" donde se compran literalmente los votos y con un líder de la oposición en el exilio. Donde no existe la libertad de expresión y las personas que se atreven a jugar un papel mas activo socialmente desaparecen o són encarceladas.

Nos alojamos cerca del lago Boeng kak porque es la zona mas barata, y es mas barata, por que ya no hay lago. El govierno de Ponhm Phen decidió taparlo con arena para convertirlo en terreno edificable a base de desalojar a la fuerza toda la gente mas pobre que vivia alrededor. Ahora se está siguiendo la misma estrategia en otro lago de la ciudad.

Para acabar de rematar el mal sabor de boca que nos estaba dejando esta ciudad, nos acercamos a conocer el museo del S 21, el cual sirvió de campo de concentración durante el genocidio de los Jemeres Rojos.
Lo único que nos alegró un poco la estancia fue un joven vestido de rapero, en un paseo a orillas del río Mekong, dando clases de una mezcla entre aherobic y danzas tradicionales a todo aquel que quisiera apuntarse.

Huimos de Phnom Penh en una furgoneta muy abarrotada, para ir a Andong Teuk.